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Por Ellen Albertson, doctora, nutricionista certificada, NBC-HWC
Llamado "el polvo que da vida" por los antiguos egipcios, el polen de abejas ha sido usado como medicina y alimento para la salud durante siglos, y por una buena razón. Es nutricionalmente denso y está lleno de proteínas, antioxidantes, aminoácidos esenciales, enzimas, ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y polifenoles.
Entre los principales beneficios del polen de abejas está la reducción de la inflamación, el refuerzo de la salud del hígado, la disminución del riesgo de cardiopatías y la ayuda con la digestión. Las investigaciones han mostrado que el polen de abejas puede proteger del síndrome metabólico, un conjunto de problemas de salud que incrementa el riesgo de sufrir cardiopatías y diabetes. De acuerdo con los estudios, el polen de abejas también podría ayudar a prevenir la obesidad, combatir los trastornos hepáticos y mejorar el metabolismo óseo.
¿Quiere mejorar su salud hormonal? Los estudios indican que el polen de abejas podría beneficiar a los hombres reforzando la producción de testosterona y podría aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos, en las mujeres.
Explore los principales beneficios del polen de abejas, desde el refuerzo de la inmunidad hasta la mejora de los niveles de energía, y sepa cómo disfrutar de sus ventajas de forma segura.
El polen de abejas es una de varias sustancias producidas por las abejas. A diferencia de la jalea real y la cera de abejas, que son secretadas, el polen de abejas es recolectado.
También conocido como ambrosía, el polen de abejas es la fuente principal de alimento y proteína para las obreras y las larvas melíferas, las abejas bebé en desarrollo. Está hecho de polen de flores recogido por las abejas recolectoras, quienes lo humedecen con saliva y néctar, le dan forma de pequeños gránulos y lo llevan de vuelta a la colmena en cestas de polen ubicadas en sus patas traseras.
Una vez recogido, las abejas recolectoras depositan el polen en las cámaras del panal de la colmena. Luego, las abejas obreras usan sus cabezas para almacenar el polen en las celdas de la colmena. Durante el proceso, el polen de abejas es mezclado con las enzimas digestivas de las abejas, junto miel y compuestos orgánicos. Por último, este atraviesa un período de almacenaje durante el que el polen de abejas se ve sometido a un proceso de fermentación para convertirse en pan de abejas.
El polen de abejas tiene varios usos terapéuticos y beneficios para la salud. Se ha demostrado que posee propiedades antifúngicas, antimicrobianas, antivirales, antiinflamatorias, de protección hepática, anticáncer, de estimulación inmunitaria y de alivio del dolor.
El polen de abejas es un portento nutricional que podría mejorar su salud y niveles de energía. Es rico en antioxidantes que protegen a las células y promueve un sistema inmunitario fuerte. El polen de abejas también podría reforzar la salud del hígado, reducir la inflamación, aliviar los síntomas de la menopausia, reducir el riesgo de cardiopatías, promover la curación, prevenir la infección, mejorar la absorción de nutrientes y reducir el estrés.
También es fácil añadir este alimento funcional a su rutina de bienestar. Puede tomarlo como suplemento o añadir los gránulos a su yogur, granola, ensaladas, batidos o productos horneados.
Si bien el polen de abejas es generalmente seguro para la mayoría de las personas, algunos deberían evitarlo o consultar con su profesional médico antes de tomarlo. Las personas alérgicas al polen o a las abejas no deberían tomar polen de abejas, ya que podría causar reacciones, como urticaria, dificultad para respirar y anafilaxis. Las mujeres que están embrazadas o dando de lactar y los niños también deberían evitar tomar polen de abejas.
Si está considerando tomar polen de abejas, primero hable con su médico; el polen de abejas puede interactuar con ciertos medicamentos, como los anticoagulantes.
Junto con otros superalimentos como la espirulina, los granos de soja y los vegetales con hojas de color oscuro, el polen de abejas es muy nutritivo. Si bien la composición nutricional exacta varía dependiendo de la época del año y los tipos de flores usados para producirlo, una revisión de 100 estudios descubrió que, en promedio, el polen de abejas es 54 % carbohidrato, 21 % proteína, 5 % grasa, que incluye ácidos grasos omega 3, 9 % fibra y 3 % ceniza. También contiene ocho aminoácidos esenciales, cuatro aminoácidos condicionalmente esenciales y cinco aminoácidos no esenciales, incluida la arginina, la leucina y la metionina.
El polen de abejas es rico en vitaminas y minerales, y contiene vitaminas del complejo B, vitaminas C, K, E y D y la provitamina A. Su contenido mineral incluye potasio, calcio, magnesio, hierro, selenio y zinc.
El polen de abejas también contiene fibra. Se ha descubierto que una dieta rica en fibra reduce el riesgo de sufrir muchas afecciones, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, el estreñimiento y el cáncer de colon.
Uno de los motivos por el que el polen de abejas es tan bueno para usted es que es rico en antioxidantes, lo que ayuda a prevenir la inflamación. El polen de abejas es más rico en antioxidantes que la miel y contiene varios de estos, como los flavonoides, los carotenoides, la quercetina, el glutatión y los ácidos fenólicos.
Los antioxidantes como la vitamina C, la coenzima Q10, el licopeno, el selenio y el beta-caroteno son compuestos que inhiben el proceso de oxidación, protegiendo a las células de las moléculas nocivas llamadas radicales libres. El daño de los radicales libres y el estrés oxidativo que provocan desempeñan un papel en el desarrollo de muchas enfermedades, incluido el cáncer, las cardiopatías y apoplejías.
El polen de abejas también podría promover una inmunidad saludable. Un sistema inmunitario robusto puede ayudarlo a mantenerse saludable de muchas maneras, desde combatir los virus de la gripe y el resfriado hasta reducir la frecuencia y la intensidad de las reacciones alérgicas.
El polen de abejas promueve la salud inmunitaria de muchas maneras. En primer lugar, es rico en los nutrientes necesarios para el crecimiento y la función adecuada de las células inmunitarias, incluida la vitamina C, la vitamina D, el zinc, el selenio y la proteína.
Al igual que el ginseng, la ashwagandha, y los hongos cordyceps, el polen de abejas es un adaptógeno. Esto quiere decir que puede fortalecer el sistema inmunitario frente a la infección al incrementar la resistencia a influencias químicas, biológicas y físicas nocivas.
El polen de abejas también actúa como agente antimicrobiano y antivirial. Es rico en compuestos que pueden ayudar a combatir las bacterias infecciosas y otros microbios peligrosos, como el estafilococo, la E-coli, Helicobacter pylori y cándida.
Asimismo, el polen de abejas también podría tener propiedades anticáncer. Los estudios indican que estimula la apoptosis, un tipo de muerte celular, y podría reducir el crecimiento de los tumores.
Los estudios realizados en animales y en tubos de ensayo han demostrado el efecto beneficioso del polen de abejas sobre el sistema inmunitario. Los estudios en tubos de ensayo indican que los compuestos en el polen de abejas promueven el crecimiento del órgano inmunitario, la actividad de los glóbulos blancos y la capacidad del cuerpo de combatir las bacterias y virus. Un estudio mostró que alimentar a los pollos jóvenes con polen de abejas incrementó su nivel de inmunoglobulina M (IgM), un anticuerpo producido en respuesta a las nuevas infecciones, y mejoró su inmunidad general.
El polen de abejas también reduce la inflamación. Esto es importante porque la inflamación desempeña un papel clave en las afecciones agudas como la celulitis (inflamación de la piel causada por una infección) y las afecciones crónicas como las cardiopatías, las enfermedades autoinmunes y la artritis.
El polen de abejas podría ayudar a reducir la inflamación al inhibir la actividad de las enzimas responsables de crear compuestos como las prostaglandinas y los leucotrienos, que causan inflamación aguda y crónica en el cuerpo. Contiene flavonoles que pueden suprimir a la COX-2, un tipo de enzima que incrementa la producción de sustancias que causan dolor e inflamación. Un extracto de polen de abejas concentrado eliminó el 75 % de la hinchazón en un estudio realizado en animales.
Al parecer, el polen de abejas también reduce las reacciones alérgicas. Las reacciones alérgicas ocurren cuando el sistema inmunitario produce anticuerpos después de errar en su identificación de un alérgeno inofensivo como nocivo, lo que genera inflamación. El polen de abejas podría recudir la gravedad de las reacciones alérgicas al proteger a los mastocitos, un tipo de glóbulo blanco, e inhibir la liberación de histamina, una sustancia química que provoca síntomas alérgicos.
Con cientos de compuestos activos, el polen de abejas es ampliamente usado en los productos cosméticos por su capacidad de fortalecer y sellar los capilares, equilibrar los aceites de la piel y reducir el estrés oxidativo y la hiperpigmentación. Se usan varios tipos de polen de abejas para todo, desde la terapia para el acné hasta la reducción de las arrugas. Se están realizando investigaciones para determinar si el uso de polen de abejas es un tratamiento efectivo para la dermatitis.
La apiterapia, un tipo de medicina alternativa que usa productos apícolas, se usa cada vez más para el tratamiento de las heridas. El polen de abejas promueve y acelera la curación y reduce el malestar. Un estudio realizado en animales demostró que un ungüento a base de polen de abejas usado para el tratamiento tópico de quemaduras redujo el tiempo de curación y evitó la infección.
¿Quiere mejorar su salud oral y promover la curación? Busque una pasta dental que contenga polen de abejas o propóleo, ya que pueden ayudar a suprimir los gérmenes y reducir la inflamación en la boca, los dientes y las encías. El polen de abejas también es añadido a champús anticaspa para prevenir el desarrollo de los hongos.
El polen de abejas también podría mejorar la salud de su hígado, el segundo órgano más grande de su cuerpo y responsable de filtrar la sangre, regular el nivel de azúcar en la sangre y eliminar las toxinas.
Si bien se necesitan estudios en humanos para demostrar completamente los beneficios, los estudios realizados en animales y tubos de ensayo indican que el polen de abejas podría ayudar a tratar la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA), el daño al hígado causado por las sustancias químicas tóxicas, y la hepatitis. Un estudio realizado en tubo de ensayo descubrió que los extractos de polen de abejas protegieron a las células hepáticas del daño oxidativo y redujeron la acumulación de grasas en la fase inicial de la esteatosis hepática.
Un estudio realizado en animales mostró que el polen de abejas ayudó a tratar la hepatitis. Otro estudio realizado en animales indicó que el polen de abejas podría ser usado para tratar lesiones hepáticas provocadas por la toxicidad del tetracloruro de carbono.
Si está atravesando la menopausia y teniendo dificultad con síntomas como los sofocos, la sudoración nocturna, los cambios en el estado de ánimo, dolor al tener relaciones sexuales y problemas para dormir, el polen de abejas podría ayudar.
En un estudio de 46 personas con cáncer de mama que recibieron una terapia antihormonal, aquellas que consumieron polen de abejas junto con miel experimentaron una reducción en los síntomas de la menopausia. Otro estudio de 55 mujeres posmenopáusicas con síntomas de la menopausia mostró que tomar un suplemento herbal hecho de productos apícolas, incluido el polen de abejas y la jalea real, mejoró los síntomas de la menopausia y redujo los factores de riesgo de las cardiopatías, como un alto nivel de colesterol total y colesterol malo (LDL).
Los estudios realizados en animales han mostrado que el polen de abejas puede ayudar a regular las funciones ováricas e incrementar las hormonas femeninas, progesterona y estradiol.
Los compuestos activos en el polen de abejas también podrían mejorar la cognición, lo que posiblemente podría ayudar a las mujeres que experimentan dificultades para pensar. Los estudios realizados en animales indican que el polen de abejas podría mejorar el trastorno cognitivo y ayudar a tratar la disfunción cognitiva.
El polen de abejas también podría mejorar la salud ósea, una preocupación para muchas mujeres menopáusicas. Los estudios realizados en animales han mostrado que el extracto de polen de abejas podría ayudar a formar huesos. Asimismo, el polen de abejas contiene vitamina D, un importante micronutrientes para la salud ósea.
El polen de abejas también podría ser beneficioso para la salud hormonal y reproductiva de los hombres. Un análisis de los productos apícolas, incluido el polen de abejas, llegó a la conclusión de que "mostraron efectos positivos sobre los parámetros esteroidogénico, espermatogénico, de estrés oxidativo, inflamatorio y apoptótico, lo que los convierte en un prometedor tratamiento preventivo y terapéutico para la subfertilidad/infertilidad masculina". Los estudios realizados en humanos han mostrado que el polen de abejas incrementa la testosterona y el conteo, la motilidad y la viabilidad de los espermatozoides.
Debido a sus propiedades antiinflamatorias y antiandrógenas, los extractos de polen de abejas han mostrado que ayudan a reducir las enfermedades de la próstata. En un estudio de 90 pacientes con prostatitis crónica, más de la mitad de aquellos que recibieron extractos de polen durante seis meses tuvieron una respuesta favorable, y el 42 % mejoró considerablemente. Es posible que el polen de abejas sea efectivo porque es rico en quercetina, la que podría ayudar a combatir la prostatitis crónica al reducir el estrés oxidativo y la inflamación.
El polen de abejas podría ayudar a proteger al corazón por varios motivos. Como antioxidante, podría ayudar a ralentizar o detener el desarrollo de la ateroesclerosis, el endurecimiento de las arterias producto de la inflamación en combinación con altos niveles de lípidos, estrés oxidativo y la formación de coágulos. Al parecer, el polen de abejas tiene un impacto favorable sobre los niveles de colesterol, reduce los niveles de colesterol malo (LDL) y colesterol total e incrementa el colesterol bueno (HDL). También podría reducir el daño al músculo cardíaco, lo que puede producir enfermedades cardiovasculares y ataques cardíacos.
Un estudio de 157 pacientes con niveles poco saludables de lípidos en la sangre, mostró que tomar polen de abejas junto con miel produjo una disminución de más del 18 % en el colesterol total y de casi el 24 % en el colesterol LDL.
Un estudio realizado en animales mostró que el polen de abejas redujo el colesterol total y el colesterol malo (LDL). También limitó considerablemente el desarrollo de la ateroesclerosis a menores dosis y la evitó a dosis más altas.
Los fenoles y polifenoles en el polen de abejas podrían ayudar a reducir los niveles de glucosa en la sangre. Un estudio de 30 personas con diabetes descubrió que aquellos que tomaron polen de abejas durante cuatro semanas tuvieron una reducción considerable en la HbA1c, una medida de los niveles de azúcar en la sangre con el tiempo, en comparación con los controles.
En un estudio realizado en ratas con diabetes, tres dosis de polen de abejas redujeron considerablemente los niveles de glucosa en la sangre. Otro estudio realizado en animales descubrió que una combinación de polen de abejas y propóleo de abejas podría ser una manera natural de ayudar a prevenir los niveles poco saludables de grasas en la sangre y el daño hepático causado por la diabetes.
El polen de abejas también podría mejorar la forma en que su cuerpo digiere y absorbe los nutrientes de los alimentos, aunque se necesitan estudios en humanos para confirmar esto. Un estudio realizado en animales demostró que al alimentar a ratas con polen de abejas se produjeron cambios favorables en el intestino delgado que podrían dar lugar a una mejor función intestinal y absorción de nutrientes.
Otro estudio realizado en animales descubrió que el polen de abejas y el propóleo mejoraron la utilización digestiva del hierro, especialmente durante la recuperación de la anemia, y tuvieron un efecto positivo sobre el metabolismo de otros minerales, incluido el calcio, el magnesio y el fósforo.
El polen de abejas también contiene probióticos de la familia de los lactobacilos. Muchos estudios indican que los probiótios mejoran la salud intestinal y tienen efectos beneficiosos en los humanos, incluida la ayuda para controlar el peso y la reducción en la ansiedad y depresión.
Los altos niveles de antioxidantes en el polen de abejas pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo total en el cuerpo, lo que es fundamental para controlar los niveles de estrés. Las propiedades antiinflamatorias del polen de abejas también podrían ayudar a reducir la inflamación relacionada con el estrés y la inflamación crónica, la cual contribuye al estrés.
Como adaptógeno, el polen de abejas podría ayudar a su cuerpo a lidiar de forma natural con el estrés cotidiano. Asimismo, los nutrientes en el polen de abejas, como las vitaminas B, podrían mejorar los niveles de energía y elevar el estado de ánimo, lo que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Si bien se necesitan más investigaciones en humanos para establecer los beneficios para la salud del polen de abejas, está claro que este es bueno para usted. Es rico en muchos nutrientes, incluidas proteínas, vitaminas, minerales, polifenoles y grasas saludables. Sin embargo, los niños y las mujeres que están embarazadas o dando de lactar y las personas que son alérgicas al polen o a las abejas no deberían consumirlo.
El polen de abejas está disponible en una variedad de formas. Puede consumirlo como gránulos y comerlos solos o añadirlos a yogur, ensaladas o batidos. También está disponible como suplemento y viene combinado con otros productos apícolas, como miel, propóleo y jalea real.
Recuerde, siempre es recomendable que consulte con su médico antes de tomar cualquier suplemento para la salud u hormonal. Y al elegir un suplemento de polen de abejas, busque una marca de confianza que haya sido probada por un laboratorio independiente a fin de garantizar que contenga los ingredientes enumerados.
Referencias:
